Destinada a destrozar

el corazón de aquel

que posee emotividad

y humanidad

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Uno de los lugares que Jesús eligió

para transmitir sus mensajes

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Cafarnaúm era un antiguo poblado pesquero ubicado en lo que hoy sería Israel, a orillas del mar de Galilea. Fue uno de los lugares que Jesús eligió para transmitir sus mensajes, y obrar algunos milagros, según los relatos Bíblicos.

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Pero esta Cafarnaúm olvidada y dolorosa, como las miles desparramadas a través del mundo, posee la similitud de pesares, injusticias e inequidad, que desde Corea del Sur, pasando por el Continente Africano, y tocando el devastado norte Argentino, se suceden cada dia más.

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La película de Medio Oriente con mayor

recaudación de todos los tiempos

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La palabra Cafarnaúm proviene del latín y significa "desorden" "caos". Este excelso trabajo, épica del gran cine Sirio Libanés (la película árabe de mayor recaudación y la película de Medio Oriente con mayor recaudación de todos los tiempos, después de convertirse en un éxito en la taquilla internacional), está destinado a destrozar el corazón de aquel que posee emotividad y humanidad sin duda alguna, pero que nos interpelará en el sentido del rol humano verdadero y efectivo a través de las dicotomías y dilemas que se acercan a nuestra zona de confort y que acechan como animal hambriento.

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Escabrosa situación

de la niñez a nivel universal

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Cafarnaúm desarrolla en su línea argumental la vida de Zaid, un niño de 12 años que lleva a los tribunales a sus propìos padres, demandándolos por el hecho de haber traído al mundo a sus hermanos y a él mismo. A partir de la dramática situación, se desarrolla en retrospectiva un tramo de la vida del consternado niño, poniendo en evidencia artera y real la tan escabrosa situación de la niñez a nivel universal.

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Técnica, montaje y excelente fotografía

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Tal vez el trabajo de su directora Nadine Labaki, posea ribetes de alta carga emocional, exasperando la problemática desde su desarrollo en locaciones duras y conflictivas, y habrá quien piense que lo que plantea es un tanto exagerado, utilizando el recurso del personaje infantil para enganchar al público, pero el desarrollo técnico, el montaje y su excelente fotografía, generan el marco exacto para así expresar el conflicto humano en su tierra con la dureza que posee el mismo, sin atenuantes ni medias tintas.

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Un actor protagonista

descubierto en plena calle

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Zain Al Rafeea, su protagonista, es un refugiado sirio que se instaló con su familia en Líbano en 2013, que trabajó como cargador en un supermercado desde los diez años y fue descubierto en 2016 en plena calle por la directora, cuando hacía un casting para su película. Así es como, sin experiencia como actor, este pequeño hace una interpretación verdaderamente extraordinaria, y un bebé de año y medio aproximadamente, Boluwatife Treasure Bankole, realizando algo extraordinario frente a las cámaras.

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El esquema que Labaki quiere mostrar al espectador que lo mira desde la comodidad de su butaca y se indigna porque ya se le pasó un poco la mano desde las imágenes de crudeza, no es sencillo pero no obstante, el mundo caótico que nos muestra, tal vez, se haya quedado un poco corta.

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Son millones los Zain que esperan de cada uno de nosotros la real ayuda para superar los trances que muchos denominamos "destino" cuando en realidad todos aquellos miles, forman parte de lo que el mismo sistema reinante desea expulsar y ahogar a través de la marginación y las casi nulas posibilidades de progreso real hacia quien menos posee.

 

 

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Nuestro Cafarnaúm interior

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Aplaudida a rabiar durante 15 minutos en el festival de Cannes, cada uno de los espectadores al finalizar la muestra, terminarán tal vez envueltos en lágrimas, pero seguirán ignorando a los Zain, que vendían Geniol en los 80 en las puertas de los subtes de mi Argentina, o que pìden una moneda en cualquier calle de cualquier ciudad para poder comer. Y ese es nuestro Cafarnaúm interior.