"Las conductas actuales

de aislamiento por pandemia

mundial pueden traer como

consecuencia fobia social..."

 

 

Algunos niños sienten ansiedad cuando se separan unas horas de sus padres, cuando se quedan con un abuelo o un vecino; esto se llama: Trastorno de ansiedad por separación. Hay niños que en determinados sitios no hablan y en otros lugares sí, esto se llama: Mutismo selectivo, utilizan el lenguaje y las palabras donde ellos quieren y con quienes ellos quieren. Si en la escuela no quieren hablar no hablan y esto repercute en el aprendizaje.

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"Este tipo de problemática

se trabaja muy bien con

terapia cognitivo-conductual..." 

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Las conductas actuales de aislamiento por pandemia mundial pueden traer como

consecuencia fobia social en algunos niños y dificultades para socializar con 

las personas o cierto temor o vergüenza.

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"Si hay un abuelo ansioso

y una madre ansiosa esto

va a dar como resultado

un niño ansioso y temeroso..."

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Este tipo de problemática se trabaja muy bien con terapia cognitivo-conductual ya

que operan desestabilizando la situación temida. Si un niño tiene un ambiente familiar que le ofrezca contención emocional y buen reverie (significa: ensueño, madre contenedora)  como dice Wilfred Bion (médico y psicoanalista británico) va a ser menos ansioso que un niño que carezca de un grupo familiar contenedor. Si hay un abuelo ansioso y una madre ansiosa esto va a dar como resultado un niño ansioso y temeroso puesto que los patrones genéticos se cumplen.

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Desde un punto de vista psicoanalítico según Freud, el bebé experimenta cierta angustia en el momento de nacer y en el octavo mes. Según Melanie Klein (psicoanalista inglesa especialista en niños), el bebé manifiesta ansiedades básicas, aparece la ansiedad en el comienzo de la vida.

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Una paciente que atendí hace 5 años en mi consultorio: era una niña de 7 años de

edad que concurrió acompañada por su madre; presentaba una conducta de aparente timidéz, buena educación, dolores de  estómago frecuentes y taquicardia (aumento del ritmo cardíaco) presentaba berrinches cuando quería algo: un juguete, una comida, un postre o una salida. No podía esperar. La madre relataba que tenía que ser AHORA, YA!. Esto le traía problemas en la escuela porque demoraba en concentrarse en sus tareas y además manifestaba miedo a los perros. Estos son los síntomas que presenta un niño ansioso.

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"...(Los terapeutas) podemos intervenir

ayudando a controlar la ansiedad a través

de la palabra y el juego respetando

los sentimientos del niño sin aumentar

los temores"

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Otra  paciente: una niña de 9 años concurrió acompañada por su madre porque tenía miedo a los truenos, cada vez que llovía la niña se ponía muy nerviosa, lloraba mucho y pataleaba largando espuma por la boca. Ante estas situaciones: ¿Cómo intervenimos como terapeutas?: podemos intervenir ayudando a controlar la ansiedad a través de la palabra y el juego respetando los sentimientos del niño sin aumentar los temores; si es un juego con fichas, hacerle esperar un poco y hacerle entender que no le va a pasar nada. De ahí la importancia del tratamiento terapeútico que en estos casos ayuda a mejorar la convivencia entre padres e hijos, esto ocurrirá en breve si la consulta se realiza a tiempo.